Los Utah Jazz no supieron ganar el partido que se estuvieron trabajando todo el tiempo ante los Heat. El equipo de Ricky Rubio encaró los últimos minutos del choque con ventaja, de siete puntos a falta de cuatro minutos y de cinco cuando restaban dos, pero una serie de malas decisiones precipitaron la derrota de los Jazz, la vigesimoquinta esta temporada.
El choque se movió en distancias muy cortas. Los Jazz gozaron de la máxima: ocho puntos a falta de cinco minutos que no supieron conservar. Con este panorama, el partido lo decidió una genialidad de Josh Richardson, que penetró para dejar el 103-102 definitivo a falta de cinco segundos, burlando una defensa que todavía debe estar buscándolo.
Fuente: Diario Marca
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